Arquitectura, punto.
Hoy en día, nadie pone en duda la necesidad de compaginar de forma sostenible y sostenida la actividad humana con el cuidado y protección del medio ambiente.
Es por ello, que debemos entender que hablar de «arquitectura sostenible» ya no es el escenario ideal, hay que ir más allá. Es necesario que interioricemos y asumamos que la arquitectura y la construcción deben ser sostenibles por sí mismas, deben plantearse siempre desde la vertiente bioclimática, deben estar pensadas y resueltas desde la eficiencia energética, deben tener intrínseco análisis del medio que le rodea, del ahorro de recursos y energía, de la racionalización de las materias primas y el agua. Y por eso, arquitectura y sostenibilidad deben ser dos conceptos indisolubles.
¿Qué entendemos por sostenible?
Según la entrada «arquitectura bioclimática» de Wikipedia, se define como: Arquitectura adaptada al medio ambiente en el diseño de edificios, con el fin de optimizar el consumo de recursos naturales para ahorrar el máximo de energía y hacer más saludables los edificios.
Cuando hoy planteamos un nuevo proyecto, y lo hacemos desde criterios sostenibles o bioclimáticos, estamos dando por hechos una serie de conceptos claves, que el proyecto cumplirá:
– Uso consciente de técnicas y materiales respetuosos con el medio ambiente.
– Bajas emisiones de CO2; Análisis del ciclo de vida de los materiales y sistemas constructivos empleados.
– Sistemas de diseño pasivo para ahorrar energía y reducir demandas energéticas.
– Uso de energías renovables para los sistemas activos, máxima eficiencia de éstos.
– Respeto por el entorno, estudio del emplazamiento y minimizar el impacto.
– Confort hidrotérmico, salubridad, confort lumínico, accesibilidad y habitabilidad.
– Construcción circular: Prever el fin de la vida útil y su reutilización o reciclaje.
Estado actual y normativas.
En 2010, la Unión Europea incorpora el concepto de Edificio de consumo casi nulo (nZEB), a través de la Directiva Europea de Eficiencia Energética 2010/31/UE, que planteaba que a partir de 2020 todos los edificios residenciales de nueva construcción fueran nZEB.
Actualmente, la Directiva Europea de Eficiencia Energética en vigor, es la 2018/844 (EPBD). Con esta nueva normativa, se definen algunos conceptos, de los que destacamos:
– Tanto obra nueva como rehabilitaciones tendrán que incorporar fuentes de energía renovables.
– Se definen los sistemas de automatización y control de los edificios.
– Se define un plan de actuación de ahora hasta 2050, para renovar el parque edificado.
– Incentiva la financiación pública para la renovación y rehabilitación energética.
Con la actualización del Código Técnico de la Edificación en septiembre de 2020, se han recogido muchos de estos aspectos, incrementando las exigencias a nivel energético, con la modificación substancial del Documento Básico en Ahorro de Energía, el DB-HE.
Actualmente, el 30% del consumo final de energía proviene del uso y mantenimiento de las viviendas construidas, y tenemos, sólo en España, 25 millones de viviendas construidas, de las cuales el 60% o más son construidas sin cumplir ningún tipo de normativa energética y, por tanto, altamente ineficientes y costosos de mantener. Esto también significa que tenemos un importante margen de mejora. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, PNIEC, pone el foco, de forma acertada, en la rehabilitación y mejora de este parque edificado, marcando objetivos en la reducción del consumo energético entre los períodos 2021-2030, y hasta 2050.
¿Cuál es nuestro papel?
En GCT Arquitectes hemos desarrollado una metodología de trabajo que aplicamos a nuestros proyectos para conseguir el máximo nivel de sostenibilidad y eficiencia energética posibles, en función de las necesidades y características de cada proyecto y cliente.
Los pilares que consideramos imprescindibles a la hora de proyectar de forma sostenible, son los que hemos venido comentando, resumidos en:
- Aplicación de diseño y sistemas pasivos para reducir la demanda y aumentar el confort.
- Optimización de los recursos y de los materiales disponibles.
- Reducción del consumo de energía y uso de energías renovables y eficientes.
- Reducción de los residuos generados y de las emisiones de CO2.
- Reducción del consumo en cuanto a mantenimiento, explotación y uso del edificio.
- Aumento de la calidad de vida de los ocupantes; Confort higrotérmico, acústico, lumínico, accesibilidad, habitabilidad, salubridad…
Partiendo de estos conceptos, estudiamos y elaboramos cada proyecto de forma individualizada, y los aplicamos en mayor o menor grado escogiendo las opciones que aportan mayores beneficios a menor coste, con el fin de llegar lo más lejos posible dentro de la viabilidad del proyecto.
Así como la sostenibilidad es presente y futuro de la arquitectura, es necesario que, además, incorporemos otros conceptos como la reutilización, el ciclo de vida y la construcción circular. Poco a poco todos estos conceptos formarán parte de la arquitectura y la construcción como son la seguridad estructural o las instalaciones climáticas.